miércoles, 31 de octubre de 2007

Te voy a contar un cuento


Siéntate aquí, a mi lado. Coge ese cojín mullido de tantos colores y ponte junto a mí.

Relájate. No pienses en nada que pueda romper esa sonrisa con la que esperas el ya conocido"Erase una vez".

En tu pelo se refleja un rayo de sol y me hace sonreir pensando que las estrellas empiezan a acomodarse en tu cabeza.

Dame la mano.Transmíteme esa inocencia de la que estás llena y que me inspirará el más dulce cuento con el que te haré soñar.

Tus ojos me miran llenos de curiosidad, esperando que de mis labios salgan hadas, duendes, palacios y una hermosa niña tan bonita como tú y que bajo el poder de una varita mágica se convertirá en la más bella princesa.

Tus pies se mueven inquietos y con tus manos estiras esa falda de cuadros que mamá te puso esta mañana.

Se va respirando en la habitación un ambiente cálido que presagia momentos de ensueño.

Y entonces, con tu voz tan niña, me miras y preguntas impaciente: Abuelita,¿empiezas ya el cuento? y yo, te miro y pienso:"mi niña............el cuento más bonito eres tú.


Dedicado a las abuelitas jóvenes y a esas nietas que espero en un futuro,tendré.



Malena


(Del blog antiguo)

lunes, 29 de octubre de 2007

Buenas noches, tristeza


Me he levantado de delante del ordenador apagando la luz de la habitación. Sólo me he quedado con la suave y tenue luz que sale de la pantalla y me he acercado a la ventana que da al pequeño jardín interior.

He apoyado la frente sobre el cristal e inconscientemente he mirado hacia el cielo. Parece que esta noche nublada hace que las estrellas no me quieran hacer compañía.

Echo vaho sobre el cristal y con un dedo voy dibujando una línea sobre él. La miro y siento que es la línea de la soledad.

Esa soledad tan íntima que no puedes compartir con nadie. Tan íntima que cuando te haces consciente de ella, te oprime el corazón y al mismo tiempo que sientes el dolor, te entran unas inmensas ganas de llorar.

A veces quieres convencerte de que desaparece, pero va tan pegada a tu piel que no puedes hacer nada por arrancártela. Te inventas mil sueños pero a su contacto, éstos desaparecen volviendo otra vez a reinventarlos.

Soledad cruel que todos llevamos encima. Soledad que pide a gritos una caricia, un consuelo.

Es la soledad del caminante. Aquella con la que nacemos y que se hace visible en aquellos momentos en que te encuentras contigo mismo y te hablas de tú a tú.

Siento escribir estas letras tan desalentadoras, pero es que esta noche la he sentido a mi lado como a una vieja amiga que ha venido a darme la mano.

Buenas noches tristeza.


Malena

viernes, 26 de octubre de 2007

Aquel viejo tren.


He decidido viajar y tras largo tiempo de no hacerlo, mis pasos me han llevado a una vieja estación de ferrocarril.

Es algo curioso, pero siempre que entro allí, siento el olor de tiempos pasados. Sí, porque los tiempos pasados, tienen un olor característico que invariablemente trae evocaciones de viajes hechos en el pasado.

O bien en tu infancia, o cuando ya joven, te atreviste a coger aquella maleta de cartón, sujetada por correas y te embarcaste en aquella aventura de la que solo conocías el final: una llegada a otra estación donde al bajar te recibirían unos brazos de los que no querrías desprenderte nunca.

Pero antes de llegar a este punto, vas pasando por una serie de sensaciones que te arrullan,que te resultan familiares sin serlo, aquel " dejà vu" que te hace sentir protegida.

Te "arrebujas" en tu sillón, intentandolo hacer más cómodo y miras el reloj de pulsera, pensando en cuantos minutos faltan para salir. Coges el libro que trajiste preparado para hacer más cortas las horas. Lo pones encima de tu regazo y miras hacia afuera.

Enfrente tienes el gran reloj de la estación y gente, mucha gente que parece no saber hacia donde va. Salen del bar de la estación con bocadillos envueltos en papel y la mirada fija en el tren, como si tuvieran miedo a que se les escapase.


Entonces con una enérgica voz, oyes la orden que dará lugar al comienzo de tu aventura: ¡ Pasajeros al tren! y en ese momento oyes ese ruido metálico de las ruedas en movimiento que te acompañará como fiel amigo durante todo el viaje.

Miras disimuladamente a tus compañeros y después de esbozar una tímida sonrisa a la persona con la que has cruzado la mirada, coges en tus manos, con una afición ficticia, el libro que con tanto interés buscaste en tu mesilla de noche, para hacerlo compañero de esas horas, que a veces se hacen interminables.

Miras a través de la ventanilla y ves como se van alejando, primero lentamente y luego acelerando el ritmo, las últimas casas de la ciudad, mientras el silbato del tren parece despedirse de ellas.

Ves pasar paisajes que te van haciendo adormecer. Intentas no cerrar los ojos, pero ese traqueteo del tren, va en contra de tu decisión y el libro que con tanto afan mirabas, va resbalando de tus manos hasta aposentarse en tu falda.

Oyes el ruido de las máquinas y el silbato del tren cada vez más lejano, como algo ajeno a tí.

Tus ojos, al final, cansados de esa batalla perdida de antemano, se cierran y como flotando en un espacio distante, empiezan a surgir de una forma lenta y suave, las imágenes agradables que van saliendo de tu susconsciente haciéndote, dentro de tu ensueño, sonreir.

¿ Piensas en esa llegada? ¿En esa distancia que se va acortando? sonries sin querer y vuelves a escuchar aquella voz que llega a tí con sordina y que te hace abrir por un instante tus ojos :¡ Estación de Bobadilla! ¡Diez minutos!. Miras sin mirar y te "arrebujas" una vez más en tu asiento.

¡Ya estoy más cerca! ¡Espérame! ¡Ya falta menos!


Malena


(Del antiguo blog)

martes, 23 de octubre de 2007

Sentido y sensibilidad


El hecho de sacar a pasear a tu perro a casi las mismas horas y a los mismos lugares, te da la ocasión de conocer a personas que coinciden contigo.

Este es el caso de una chica, jardinera del que yo llamo mi parque, con una discapacidad mental que no la priva de tener su trabajo y hacerlo con mimo.

Nos conocemos desde que yo tengo a Wiper(11 años) y gracias a él nos conocimos. La llamaré M.aunque su verdadero nombre es precioso. Tiene siempre la sonrisa en sus labios , la inocente frescura de preguntar todo lo que supone una curiosidad para ella y la confianza del que sabe que es escuchado para contar su vida.

Así de esa manera ella supo de mi vida y yo de la suya.

Todas las novedades me las iba contando con orgullo: Sus viajes con sus padres,su escuela por la tarde, su primer enamoramiento, el hacerse novia de un jardinero de otro parque, su irse a vivir juntos y por último, su despedida porque dejaba el parque y se iba con su novio a vivir a una localidad costera.

Me lo decía con ilusión y yo me alegré... Este escrito lo hice hace tiempo para ella y lo publiqué en el otro blog.

Hoy lo quiero sacar otra vez a la luz porque fue la semana pasada cuando al encontrarnos me dijo: Malena, ¿sabes que no nos volveremos a ver? Y acariciando a Wiper me miró, me dio dos besos y al sentir que perdía a un ser tan especial, los ojos se me empañaron pero le dije con una gran sonrisa: M. que seas muy feliz. Te lo mereces.


Esa es la historia de este relato que como la novela de Jane Austen lleva su mismo título. Pero es el que mejor la describe a ella.
...................................


No quiero pensar en ella, pero me viene constantemente a la cabeza. Es un ser tan especial...

Incapaz de hacer daño a nadie. Pensando mil veces las cosas para no molestar, y sin embargo, siempre se siente culpable de cosas que nunca llegó a realizar.

Siempre rodeada, pero siempre en soledad.

Todo es sensibilidad, todo es dulzura. Sin embargo nunca piensa que lo ha hecho bien.

No vé la maldad, pero su mente débil la hace imaginar historias que jamás existieron y las llega a creer. Y piensa, piensa, y dá vueltas a su linda cabeza, pero nunca se le abre la puerta que le dé la vida a entender.

Creció, su cuerpo es de mujer, pero sigue siendo una niña. Quizá, si la encontrarais, no la veríais así.

Camina por la calle con soltura, con gracia. Mira con sus grandes ojos todo el mundo que se le pone a sus pies. Parece que domina, pero sólo es una niña que todavía espera que le digan: "No corras, no te vayas a caer"."Abrígate, cierra la boca, no cojas frío otra vez".

Y la veo luchando sola y la veo con su carretilla y los gruesos guantes en las manos, llenando el mundo de hadas, de elfos, de poesía, que es lo único que puede entender.


Mente frágil, llena de dulzura, pero yo la quiero y la admiro tal como es.


Malena

domingo, 21 de octubre de 2007

Cuando los sueños navegan.


El trabajo que hoy presentamos conjuntamente “El Viento en la isla” http://vientoenlaisla.blogspot.com/ y yo, es el resultado de un proyecto que hemos elaborado con mucha ilusión.

Periódicamente, cuando la inspiración nos venga, iremos publicando alternativamente, en cualquiera de los dos blogs, estos intentos de aunar nuestras inspiraciones. Nosotras hemos disfrutado mucho haciéndolo. Esperamos que os guste.


El Viento y Malena


...................


Cuando la noche atavía
de azul oscuro
mi casa
y tras los cristales
las luces alumbran
la ciudad cansada

Entre silencios pensados
Navega la nada...


Barcos a la deriva
Mares que se agrandan
abriendo caminos
de agua salada

Mi cuerpo se rinde
Se olvida mi cuerpo
Se viene mi alma

Se asoma la luna redonda,
plateada
Cálido el recuerdo calienta
mi casa
Primaveras rosas
Piel de porcelana
Canciones de cuna
Besos en la almohada
Manos de algodón
Risas, esperanza

¿Y después...?

¡Silencio... !
Los sueños me hablan...


............


Mis ojos buscan en el firmamento, no sé que sueños extraños. Me dejo llevar por el ritmo de mi corazón que pausadamente late: uno, dos, uno, dos... Y mi mente se ensancha.

Ausencia de pensamientos, plenitud de sensaciones... Soy como un barco de papel que navega en la corriente de un rio inexistente.

Y voy... a ninguna parte y a todos lados, porque me siento mecida por una cuna que me trae sueños de mi infancia.

Y juego... con estrellas que bajan y me rodean dando luz a mi espacio.

Y sueño... con damas de noche que se abren y me exhalan su perfume. Y mientras... serenamente... los sueños... adormecen mi alma.

viernes, 19 de octubre de 2007

Mundo virtual

Ayer, en un comentario que me dejó mi compañero Etinarcadia de CalleQuimera.blogspot, a propósito del post "Camina" en la que ofrecía mi mano para caminar, me dejó triste y pensativa, cuando decía que si nos viéramos por la calle, seguro que ni nos miraríamos.

La verdad es que me puse a reflexionar sobre este mundo virtual y los sentimientos que afloran entre los blogueros. Sentimientos que no son virtuales porque sufrimos en el corazón las penas y preocupaciones de nuestros compañeros.

Es verdad que decir que ahí tienes mi mano, es una frase en principio virtual, pero lo que quiero transmitir es que contais conmigo. Que si teneis problemas, yo, con mis humildes y sencillas palabras, estaré apoyandoos y que si estais en Barcelona, decidme donde os puedo encontrar porque sí que estaré físicamente a vuestro lado.

No puedo quedarme impasible ante los problemas de personas con las que estoy interaccionando cada día. Cuando sé que una compañera quiere ser madre y sufre porque no le ha llegado la hora,¿Cómo voy a ignorarla? Le escribiré para que sepa que me acuerdo de ella, que la llevo en mi pensamiento y que no está sóla.

Si hablo de mi YO-X, él sabe la que montamos entre los dos, alquilándonos como enanos de jardín para hacerle sacar una sonrisa.

¿Cómo voy a olvidar a mis niñas cuando están tristes? ¿Cómo voy a considerar virtual a Federico, mi maestro de maestros, cuando sabiendo de mi interés por la música china no paró buscando a través de la red canciones de Teresa Teng, y una vez conseguidas, me las grabó en un c.d que me envió a casa, y que las oigo con cariño por todo el interés que se tomó?

¿Cómo voy a olvidar que cuando no estoy bien, me llegan abrazos a través de correos y en comentarios? puede que no sean físicos, pero me hacen sentir que no estoy sóla.

Es verdad que hay una muralla, una pantalla por medio que no nos deja tocar nuestras caras, pero también es verdad, que a veces las hemos saltado y nos hemos podido dar un gran abrazo ¿Verdad, Viento?

El mundo virtual puede ser derribado con muestras de cariño. No ese cariño exaltado que producen los chats y los blogs, sino con un cariño sereno, reflexivo, basado en el respeto, en el querer conocer los verdaderos sentimientos del que está escribiendo un post o dejando un comentario.

Yo soy de las que creen que cuando dejas un comentario, estás dejando no sólo palabras para cumplir, sino sentimientos que sólo puedes reflejar a través de ellos.

No quiero exaltaciones, ni las doy. Sólo ofrezco lo que sinceramente puedo dar : mi cariño.

Malena

jueves, 18 de octubre de 2007

Soñar en Granada


Si una ciudad me ha hecho soñar antes,mucho antes de conocerla, ha sido Granada.

Aquella edad en la que empiezan a amanecer los sentidos y las sensaciones afloran, fue cuando oí por primera vez la canción " Granada".

No importa quien era el que la cantaba, lo importante era el mensaje que transmitía, entre aquella sucesión de notas que iban " in crescendo " y que hacía imaginar a este corazón soñador con una tarde de toros, ¡ olés!, mantillas, un valiente torero y una mujer morena de ojos grandes a la que se le iba el alma en cada lance.

Ramos de rosas, de suave perfume, para una manola, para una Virgen morena.

Esa es la Granada que yo conocí en mis sueños. En esos sueños en los que el torero era guapo y varonil y la manola era yo. Con mi mantilla, con un clavel rojo en el pelo.¡ Siempre claveles!

Luego fui creciendo y cayó en mis manos el libro de Washington Irving:" Cuentos de la Alhambra".¡ Dios mío! Esta cabecita soñadora pasó de ser "manola cantada en tardes de toros" a ser una damita musulmana que pululaba de una estancia a otra de la Alhambra.

Una Alhambra rica. Rica en cultura. Rica en jardines, en fuentes, en historias de amor y desamor.

A la Alhambra no hace falta conocerla para soñarla. Puedes pasear por sus jardines. Reposar en sus salones. Encantarte con el sonido del agua de sus fuentes, que parecen traer voces que te hablan de esperanzas.

No es extraño, que el maestro Tárrega compusiera sus " Recuerdos de la Alhambra" después de un viaje a Granada. Si la oís, en los rasgueos de su guitarra, podeis escuchar el sonido del agua, la brisa que mece las flores y al fondo... Granada.

Como tampoco es extraño el lamento de aquel mendigo invidente que retrató García Lorca, cuando en la puerta de la Alhambra dice con voz rasgada : " Dame limosna mujer, que no hay en la vida nada, como la pena de ser, ciego en Granada".


Malena

martes, 16 de octubre de 2007

Camina.


Cuando ves que tus fuerzas caen,

Cuando tu sonrisa se convierte en una mueca.

Cuando las lágrimas pugnan por salir,

Cuando no encuentras cual es tu puesto.


Cuando quieres volver a tu niñez,

Cuando de tus labios no puede salir una palabra amable.

Cuando piensas que no existen ángeles,

Cuando crees que ya no te necesitan...


Camina... Ponte de vestido aquella sonrisa que llevabas aquella tarde y tiende la mano.

No sabrás cómo, pero en medio de ella aparecerá una rosa.

Una rosa y otra mano que te cogerá con fuerza.

Estréchala... y ¡camina!


Malena

domingo, 14 de octubre de 2007

Mirando a la noche


Mira por el balcón al mismo tiempo que enciende un cigarrillo. Ese cigarrillo que tanto le hace toser. Se queda mirando como el humo inicia figuras amorfas e intenta no pensar. Desea que la quietud de la noche le contagie un poco de serenidad.

¿ Cuántos años hace que no la tiene ? ¿ Cuántos años que el trabajo le devora ? Quizá sea mejor así. Así no tendrá tiempo para pensar en si mismo.

¡ Qué daría por olvidarse de todo ! ¡Por ver que sus problemas se van resolviendo ! Está cansado, muy cansado. Tanto... que poco a poco se olvidó de que se podía soñar. Tanto... que se negó a si mismo cualquier atisbo de felicidad. Como si ésta fuera algo a lo que no tiene derecho. Y la niega. Y cuando está a punto de conseguir un minuto de ella, retrocede espantado.

Mientras, en otro balcón con un escenario diferente, una figura femenina envuelta en un chal, mira también la noche. Sus pensamientos van y vienen y su cara denota reflexión. Piensa en como poder ayudar al hombre que ama. Da vueltas a su cabeza intentando buscar soluciones a sus problemas.

Daría media vida por ese hombre del que se enamoró. Aquel que durante un tiempo fue capaz de hacerla soñar pero que hoy está superado por las preocupaciones.

Lo ve tan abrumado , que quisiera volar hacia él y tomarle la cara entre sus manos y decirle que todo tiene solución. Borrar las arrugas de su frente con mil besos, con mil caricias.

Pero ahora sigue pensando. No es el momento de dulzuras.Es el momento de ser positiva. De apoyarlo. De ayudarle a resolver ese rompecabezas que es su vida. Una vez que esté arreglado, le dará la mano y juntos con las manos entrelazadas, irán caminando a buscar aquella felicidad que existe y a la que sin duda se abrazarán.

Pone dos dedos en sus labios y sopla enviando un beso que surque los cielos y llegue hasta el amado para a continuación cerrar el balcón.

...............


Apaga el cigarro. Mira hacia la noche y por un instante aparece en su mente la figura de ella. Y como si en ese momento mil besos hubiesen llegado hasta él, suspira, medio sonríe, cierra el balcón y lentamente se dirige hacia su cama.

Malena

jueves, 11 de octubre de 2007

Sólo sé.


No puedo imaginar rios que bajan por las montañas arrastrando a su paso piedras y hojas.

No puedo imaginar el sonido de sus aguas al chocar contra las rocas, ni el gozo del alma mía ante su fuerza.

Ni el musgo que se adueñó de la tierra, formando un pequeño prado.

No puedo imaginar a las hadas revoloteando alrededor del viejo roble, ni a los duendes que toman nota de lo que sucede en el bosque.

Ya no puedo... En estos momentos he pedido silencio... En estos momentos no los veo.


No sé si hay estrellas encendidas en el cielo, o si la luna se escondió jugando con ellas al escondite...


Sólo sé que estoy a tu lado y que tú eres mi sueño.


Sólo sé que lo único que hoy puedo escribir... es que te quiero.



Malena

martes, 9 de octubre de 2007

Alma de pájaro





Es un hombre joven más que cumple sus obligaciones cotidianas. Un trabajo que le absorve, unas preocupaciones que le rondan por la cabeza y que debe resolver. Un hombre joven como tantos, que camina con decisión abriéndose paso en la vida.

Tiene ojos soñadores y alma de pájaro. Sus sueños van y vienen volando por el aire. Le vence el cansancio pero cierra los ojos e intenta pensar que ya es fin de semana...

"Torre de control: Aquí eco charlie delta delta kilo, pidiendo permiso para despegar. Destino: La Cerdanya.

Se eleva con decisión. Le han salido alas y su alma se va expandiendo ante la visión de las cumbres. Prados verdes se extienden en el suelo y el ganado pace tranquilamente. Una paz se enseñorea en el ambiente.

Tierra y cielo se unen en una atrayente sinfonía. Nubes que adoptan formas suaves que acarician el pensamiento. Y se siente fuerte. Se siente dueño y señor de los aires y sonríe.

Comprueba los instrumentos de vuelo.Todo está correcto. Todo controlado.

La Cerdanya está a sus pies y observa a vista de pájaro, los tejados de pizarra de aquellas casas de madera. El sol lanza sus rayos haciendo resaltar los diferentes tonos de verde del paisaje, y él, que ama la belleza, suspira con un suspiro de felicidad.

Atrás quedan las preocupaciones. Ahora sólo están el cielo, la naturaleza y este joven piloto que cada fin de semana, con la sonrisa en los labios, surca como un pájaro más los aires, cambiando los brazos por alas".

Dedicado a mi hijo Daniel.

Malena





sábado, 6 de octubre de 2007

Llueve...


Llueve, tras de los cristales llueve...

Se ha levantado un día gris y como ya debía estar previsto en el planing celestial, han comenzado a caer las primeras gotas sobre los árboles del parque y que, al resbalar sobre las hojas, han caido suavemente a una tierra ávida de ellas.

Veo como caen sobre el pequeño lago, produciendo diminutas ondas, que se van extendiendo a un ritmo acompasado y que disturban la paz de aquellos peces que, asomando la cabeza, parecen protestar por interrumpir su calma.

Poco a poco el olor a tierra mojada va impregnando el aire matinal, que al unirse con los demás olores del parque, producen una sensación de suave borrachera.

Y toda la diversidad de aves que normalmente rompen el silencio cada mañana, han replegado sus alas en torno a su pequeño cuerpo, formando una especie de ovillo que disipa aquella fresca humedad que cala los huesos.Y allí, en las ramas de sus árboles, callan, respetando el santo silencio.

El agua cae con más fuerza y se empiezan a formar aquellos charcos, en los que las hojas caidas, se mueven como pequeños barcos. Sigue la calma, sigue el ruido acompasado de esa lluvia que parece el suave bombear de un corazón.

Nada rompe aquel momento, en el que vas sorbiendo, segundo a segundo, esa serenidad que ha nacido en este día gris. Y yo, paso a paso, me voy alejando mientras con voz muy queda voy cantando aquella canción que Serrat creó en un día como éste.

Pintaron de gris el cielo y el suelo, se fue cubriendo de hojas, se fue vistiendo de otoño. Llueve...

Malena

jueves, 4 de octubre de 2007

Gracias


Hay veces, cuando llega este otoño, en el que al mismo ritmo que caen las hojas de los árboles, se va adueñando de tí una melancolía que toma su aposento en tu alma y te deja sin fuerzas para seguir hacia adelante.

Un otoño romántico pero triste que te hace filosofar sobre cosas de tu vida y que te puede arrinconar dejándote sin defensas.

Mi querida amiga Viento, me envió un sms que me hizo llorar de emoción y en el que decía entre otras cosas, que nunca nos pueden abandonar los sueños.

Su sms, su llamada y vuestros comentarios a la dulce geisha, se transformaron en abrazos que fui recibiendo y llenándome de una calidez que necesitaba.

No sois sólo compañeros de blog. Viento, Rafa León, Calle Quimera, Fgiucich, En tierrra de nadie, Consuelo, María Narro, Prometeo, Durrell, Patry, Paco Huelva, Manolo Rubiales, Victoria, Mi Perro andaluz, Mi Chica, y en la gran distancia, Mucha con sus consejos y otros más de los que estoy segura que de saber que los necesitaba, habrían venido. Os habeis convertido en algo más entrañable: en amigos que han sabido con sus palabras estar a mi lado.

Los sueños no pueden morir nunca y yo no puedo renunciar a ellos. Sueños hay en una hoja que cae, en gotas de lluvia, en un cielo gris... todo depende de los ojos con que los miremos .Y mis ojos los vuelven a mirar con poesía

Para cada uno de vosotros, un beso muy grande con todo mi cariño.


Malena

martes, 2 de octubre de 2007

Aromas del ciruelo

Aroma del ciruelo

de repente el sol sale.

Senda del monte.


Matsuo Bashô .

Salgo de mi okiya lentamente, sin hacer ruido. Mis hermanas todavía duermen y no las quiero despertar.

Mi alma está inquieta y necesito salir a buscar el frío del amanecer. Aquel que ha cubierto de escarcha las hojas, semejando perlas que el cielo ha derramado sobre ellas.

Las miro como resbalan suavemente hasta caer sobre las piedras de aquel camino que nos saluda cada mañana.

Respiro profundamente, quiero absorver el aroma de los ciruelos que me regalan la vista con sus algodones rosas. Los miro recortando sus ramas sobre la fachada de la okiya. Parecen geishas bailando la danza de la primavera del río Kamo.

El aire de la mañana las hace mover suavemente y creo ver en su movimiento, los kimonos color pastel de las bailarinas.

Este es mi mundo de la flor y del sauce. Donde puedo soñar libremente e inundar mi corazón con las más dulces canciones. Soy una geisha y siempre quise serlo.

Me quedo todavía contemplando la vista sobre el río. El sol empieza a salir y lo veo reflejarse sobre las tranquilas aguas. Esa visión me hace estremecer y cierro los brazos en torno a mi abrazándome.

De lejos veo a los hombres y mujeres que empiezan a dar vida a los alrededores de mi barrio de Pontocho.

Es el momento de seguir. Con la paz que va llenando mi corazón, iré ascendiendo la senda del monte y allí en su silencio, soñaré.


Malena

lunes, 1 de octubre de 2007

Una mente en blanco


Erase una vez, una mente en blanco a la que no llegaban ideas.Era tan plana como su vida.Tan vacía como su universo.

Solamente las arañas se habían atrevido a instalar sus sedosas redes,que se extendían por todo aquel espacio, dando algún sentido a aquella vacuidad.

Ni paz, ni alegría, ni dolor, ni miseria, ni esperanza, habían tomado nunca posesión de aquel espacio inerte.

Estaba sola,aislada de cualquier fenómeno que indicara una mínima existencia de
emoción.Pero... existía. Producía la energía mínima necesaria que se encargaba de mantener sus constantes vitales.

Y... por no pensar, nunca llegó a ella la información de que paralelamente, existía otro mundo mayor que ella. Donde las ideas se entrecruzaban y formaban una extensa red de palabras.

Palabras que eran reflejos de sentimientos, de conocimientos. Ideas que interactuaban. Ideas llenas de vida.

Sin embargo, ajena a aquel mundo desconocido...,aquella mente existía.

Malena